Las molestias derivadas de la uña encarnada son una problemática común que puede afectar a nuestra vida diaria. Este artículo explora esta afección, sus síntomas y tratamientos disponibles para abordarla.
La uña encarnada: una afección incómoda
Es una afección común producida por la penetración deluña en el lateral de la piel. Puede ser producida por traumatismos, rozamiento continuo de la uña sobre la piel, mal corte de la uña, presión constante sobre la piel. Suele ser una patología dolorosa que cursa con eritema, dolor y, en algunos casos, infección.
Tratamientos disponibles para la uña encarnada
Como tratamientos encontramos dos:
- Conservador: Se realiza en consulta y se basa en la retirada del pedazo de uña que está provocando la afección. En la mayoría de casos se soluciona rápidamente, pero en otros casos debe complementarse con terapia antibiótica, ya sea tópica (ungüentos o cremas) o por vía oral.
- Quirúrgico: Se realiza cuando falla el tratamiento conservador o cuando la patología está en un grado avanzado. Este tratamiento consiste en retirar el trozo lateral de lámina ungueal que provoca la afección hasta la zona de la matriz unguial, evitando que el lateral crezca más y se vuelva a reproducir. En algunos casos, también se realiza una pequeña plastía en la piel. Suelen ser cirugías que no causan molestias significativas, con un postoperatorio sencillo y una recuperación total para la realización de la vida normal en torno a las 2 semanas.
En resumen, la uña encarnada no es sólo un malestar físico, sino también una preocupación estética. Con tratamientos adecuados, ya sea conservadores o quirúrgicos, esta afección puede abordarse con éxito, proporcionando una solución efectiva y permitiendo una rápida recuperación. No dejes que esta problemática afecte a tu calidad de vida; busca la solución que mejor se adapte a tus necesidades con ayuda de tu profesional de la salud.